“Estos sistemas son creados con una visión geopolítica y no economicista”

El facultativo adelantó que su “exposición pretende mostrar la experiencia chilena con regímenes de excepción tributaria y aduanera. Particularmente, iré a la experiencia de Magallanes, donde tenemos estatutos especiales. Uno es la Zona Franca y el otro es la Ley Navarino”.

García Castillo explicó que “estos sistemas son comunes en el mundo, pero hay que cuidarlos. Se instalan como una excepción al sistema jurídico nacional. Pero cuando este va cambiando, las ventajas comienzan a disminuirse”.

E insistió en que “está claro que estos instrumentos no pueden permanecer estáticos en el tiempo. Hay que actualizarlos, porque la realidad económica mundial va cambiando. Luego de alcanzar los estándares, hay que ocuparse de alcanzar otros”.

“Siempre habrá posiciones que defiendan los regímenes y otras que sean detractoras”.

A modo de ejemplo, el expositor internacional señaló que “la Zona Franca fue creada como un sistema para industria y comercio. Pero hoy lo más importante no es la actividad de mercancías, sino los servicios. En los setenta, el comercio habría sido muy importante, pero eso cambió por el noventa y el año dos mil”.

Según el contador auditor, los regímenes también deben contemplar la prestación de servicios y presentó el caso del turismo, que “en muchos casos no cuenta con incentivos particulares. También en ciertos servicios particulares, con la intención de convocar a profesionales con ciertas capacidades, por ejemplo científicos”.

“La infraestructura y el equipamiento sanitario también pueden recibir beneficios para que los profesionales quieran radicarse en lugares alejados”, siguió.

Respecto a las críticas a la industria por “ensamblar” y a la referencia peyorativa a este proceso productivo, García Castillo dijo que “hay algunas precisiones en la legislación sobre qué se creerá por actividad industrial. Más allá de que ensamblen o no ensamblen, se han colocado requisitos en los que no importa lo que se haga, sino que lo central es el valor agregado que tiene que haber”.

“El uso de las palabras del lenguaje común, no es lo que se debe legislar. Hay que hacer otras precisiones respecto a qué nos referimos por ensamblar”.

Y mencionó que en su país, “con la Ley Navarino, se puso un requisito de valor agregado a través de insumos y mano de obra de la zona. Así se definió si se va a radicar gente en la provincia; si se van a ocupar proveedores locales, que generarán actividad económica”.

Para cerrar, expuso que “el Régimen de Promoción de Tierra del Fuego y la Ley Navarino son clasificadas como zonas económicas especiales. Hay cerca de 5 mil 400 en todo el mundo”.

“Lejos de ser una tendencia a la baja, es una tendencia a la alta. Cada vez se instalan más, porque los países entienden que si se quieren generar ciertos enclaves, son necesarios estos sistemas de promoción”, cerró.