“El sistema tiene cosas por mejorar, pero no hay dudas de que es bueno”

Fernández consideró que “no está bien que quieran destruir los sistemas. Si tienen sospechas, pueden investigar. El impacto positivo de las universidades es claro”.

Además, entendió que muchas de las críticas “se pueden explicar bien y se termina la discusión. Argentina tiene muchas menos universidades por población que Brasil o Uruguay. Si hablan de la cantidad de estudiantes, hay casi 2 millones en todo el país”.

“Tenemos que intentar cambiar esta mirada y que la sociedad exprese que no la comparte. Para ver cómo solucionamos los temas que discutimos hoy”.

Respecto a la crítica sobre la necesidad de auditar las universidades, Fernández aclaró: “Las auditorías son constantes. La Auditoría General de la Nación audita todas las universidades nacionales. También tenemos auditorías internas. Hay un montón de proyectos con propios financiamientos y los financiadores también nos auditan. Quizás somos las áreas de gobierno que más auditadas estamos”.

Al mismo tiempo, criticó que “no hay respuestas para cosas tan importantes como el plan de obras, las becas para estudiantes y cuestiones básicas como pagar luz, gas y alquileres. Creo que, más allá de la cuestión presupuestaria, que nos aboca, hay una cuestión ideológica. No creer en la universidad pública y pensar que discutir en las aulas es adoctrinamiento. Hay sospechas de todo el sistema”.

En cuanto a algunas manifestaciones públicas sobre una “marcha politizada”, el rector de la UNTDF indicó que “es muy claro que esta marcha surge por la situación que estamos teniendo. Implica un embate para los chicos y chicas que estudian y los trabajadores y las sociedades”.

“La principal cuestión política es la política pública de sostenimiento de las universidades. Vienen primero las universidades, después los gremios, los estudiantes y al final llegarán las expresiones políticas”.

Por último, celebró la incorporación de las universidades privadas a la marcha y manifestó: “esto es un ecosistema. Hay momentos, en la historia de la educación pública argentina, en que las universidades tienen más o menos financiamiento”.

“El ecosistema general compensa las cosas. El tema es que ahora todos estamos mal y eso potencia los problemas”, finalizó.